Se va terminando la obra y empieza la huerta



A la mañana siguiente de haber cerrado el invernáculo, nos levantamos directo a verlo de día  y nos encontramos con varias mariposas adentro! Se ve que les gustó!
Hicimos unas separaciones para canteros, agregamos pasto de un complejo residencial que hay cerca y tienen mantenimiento constante, ahí siempre hay una volqueta llena de césped de un cm de largo que es ideal para canteros, compostar o tapar los cultivos para que no pierdan la humedad. También agregamos bosta de caballo de Banana, el caballo del vecino que siempre anda de visita y mantillo de acacias. Tengo prontos algunos almácigos para transplantar, de brócoli, repollo, acelga, espinaca y sembré verduras de raíz directo. Así que ahora a cuidar y esperar...


Estoy convencida que el sembrar nuestro propio alimento, los que tenemos fortuna de contar con un espacio, hoy en dia es una de las mejores revoluciones que podemos hacer, tanto por ser un poco mas independientes del dinero, como para nuestra salud, por el alimento y por la satisfacción que da el estar en contacto con la tierra, observando sus ciclos. 


Durante la charla de Gina Favretto, que me encantó, pensaba en los miedos, en el miedo generalizado que se está viviendo, en los miedos de la gente de ciudad y los de la gente de campo, son distintos?
Ella contaba de su experiencia de ir a la ciudad, de su miedo a ser tomada por "bruta", su miedo a los letrados o la dificultad de hacerse amigos. También están los miedos a las heladas, las sequías pero no tienen miedo a morirse de hambre ante una crisis económica, hay una sabiduría básica que es realmente valiosa, que por suerte la gente rural la conserva y que en estos momentos de incertidumbre se hace visible y supongo que los hace sentirse menos vulnerables. 


Que bueno que esos conocimientos vuelvan a estar latentes y aparezcan nuevas oportunidades de replantearnos nuestra forma de vivir.
 





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